La navidad ocupa un lugar destacado en el calendario festivo en la
gran parte de pueblos y países. Su carácter entrañable y popular, y también su
marcada vocación comercial, llega a todas las esferas y resulta casi imposible
inhibirse de su espíritu y de su ambiente. La conmemoración del Nacimiento de
Jesús a generado costumbres ancestrales como el montaje ritual de las figuras
del Nacimiento de Belem, los villancicos, las reuniones y comidas en familia,
los regalos y los buenos deseos de paz y felicidad, ect...., que constituyen
los ingredientes básicos de la navidad en cualquier lugar.
Alrededor de esta festividad, el ingenio y la creatividad
populares han ido añadiendo a las fiestas de navidad alcoyanas una serie de
actos que hoy constituyen una de las más preciadas señas de identidad de la
ciudad.
La víspera del sorteo de la Lotería de Navidad, la tradicional
"cena del pobre" reuniendo peñas y grupos de amigos en un ritual
propiciatorio para augurar la suerte de las participaciones que en Alcoy
adoptan con formatos llenos de creatividad. Las sardinas de botá y la pericana
(elaborada con pimientos secos, bacalao, ajos y aceite) son hoy los
protagonistas de la gastronomia de la tierra.
Los niños viven con intensidad los preliminares de la celebración
y se sientan atraídos por la presencia de algunos emisarios de sus majestades.
A la plaza se instala un "nacimiento" y la ciudad se engalana para la
ocasión. El Teatro principal recoge las representaciones del Betlem de
Tirisiti, una muestra singular del teatro popular de marionetas.
El Betlem de Tirisiti constituye una de las ofertas más atractivas
y originales de las fiestas de navidad alcoyanas. Sus representaciones han
conservado el sabor popular de su argumento, en el cual después de las
secuencias y personajes del Nuevo Testamento, propias de un Belem , aparecen el
sereno, el sacristán y el señor rector, la hostalera "Tereseta" y su
marido "Tirisiti", las beatas, el abuelo, ect...., y se incorporan
anacronismos en escenas que mezclan aspectos costumbristas de Alcoy de antaño
""una corrida de toros, desfiles de Moros y Cristianos, la aparición
de San Jorge y la ascensión en globo de Tirisiti", las cuales cierran la
representación.
Las marionetas, de varita, se desplazan por las guías que recorren
el escenario, en la parte inferior el cual se sitúan los actores que
interpretan los diálogos y dan vida a los personajes.
Las funciones del Betlem de Tirisiti están documentadas desde el
año 1881. A finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX llegaron
a instalarse en las plazas y paseos de Alcoy hasta ha tenido 3 barracas en las
que se representaban "belenes" parecidos, que competían y atraían al
público con la incorporación de nuevas situaciones y personajes.
Con
el paso de los años se quedo en un único "Belem", que después de no
pocas vicisitudes a conseguido recuperar la dignidad y el encanto que lo
convierten en un preciado patrimonio colectivo. Desde el año 1989 el
"Tirisiti" es de titularidad municipal y sus representaciones, al
largo del mes de diciembre y primeros días de enero, añaden fantasía e ilusión
a la fiesta de la navidad alcoyana.
Escenario del
Betlem de Tirisiti
Pasada la navidad, la ciudad vive con inquietud los preliminares
de la festividad de la Epifanía. Pero antes que Alcoy quede atrapado por la
magia de la Cabalgata de Reyes Magos "aquella fastuosa representación que
inventaron los alcoyanos ahora hace 125 años", el programa incluye un acto
singular dedicado a la infancia, llamado "Les Pastoretes", en el que
un grupo de niños y niñas ataviados con vestidos de pastores desfilan con sus
ramaderias para acudir a el establo y obsequiárselos al niño.
Acto de les
Pastoretes
La celebración de esta cabalgata infantil data del año 1889.
Actualmente se celebra la mañana del domingo o el día festivo anterior del 5 de
enero, transcurre por la calle San Nicolás y acaba en la Plaza de España, al
lado del Nacimiento de un Belem viviente.
Los músicos de la Corporación Musical Primitiva interpretan para
la ocasión una partitura inspirada en los antiguos villancicos y canciones
populares, que evocan los aromas de estas tierras.
"L'Entrà dels Reis" es el título de esta pieza musical
que fue escrita por el músico alcoyano Camilo Pérez Monllor para las fiestas de
los Reyes Magos. El autor la dedico en 1913 a la Sociedad "El
Panerot", entidad pionera e inspiradora de la Cabalgata de los Reyes Magos.
Los bailes populares, las ramaderias de ovejas y diversos carros
adornados con verdes enramadas, completan el desfile infantil en que los niños
dan al público aleluyas con versos que evocan el nacimiento de Jesús en el
Portal de Betlem.
Los primeros días pasados del calendario de un año nuevo nos
advierten de la proximidad de una fecha que para nosotros representa un
encuentro con la tradición. En el ambiente se nota una cierta inquietud y
también una especial complicidad entre la gente: La ciudad prepara la visita de
los Reyes Magos. Y lo anuncia y lo pregona un original telegrama, parecido al
que ya desde 1887 se situaba en la fachada de la oficina de correos.
El Embajador
Real de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente
Una atmósfera de misterio envuelve el séquito del Embajador, el
personaje que desde su carroza recita unos versos, reclamados en valenciano,
los cuales son un mensaje de esperanza que revive la ilusión de los más
pequeños. Es el Bando de sus Majestades, un acto que desde 1924 se repite en
Alcoy como preludio de la Cabalgata.
Mientras la comitiva recorre la ciudad, ya ha caído la noche, y se
entre ve en la lejanía de la montaña la luz cálida de las hogueras del
campamento que espera la llegada de la caravana regia. La expectación y la
intranquilidad crecen entre el público infantil. Difícil será para muchos coger
el sueño esa noche.
Las
tradicionales burritas con sus buzones
La luz de la tarde penetra débilmente por la abertura del Barranc
de Cinc, la imagen de la montaña de Sant Cristòfol refleja la luz y el calor de
un pueblo que se prepara para vivir una noche mágica. Una estrella guía el
camino de la caravana y se para sobre la ciudad, como lo está haciendo cada 5
de enero desde el año 1885, se viste de fiesta para recibir a los Reyes Magos
de Oriente.
Las calles y las plazas observan el precipitado ir y venir de la
gente que busca un lugar para presenciar la Cabalgata de la comitiva regia, que
cuando empieza a oscurecer comienza desde la zona alta de la población.
Guión de la
Cabalgata
Heraldos de la ciudad, timbaleros y
trompeteros
Portador de la
estrella y 16 antorcheros
Grupo de pueblo, rondalla y baile
Antorcheros y Embajador
Grupo de danzas y 20 antorcheros
Grupo "Soc" pastores, carros, músicos, 16 pajes y 20 antorcheros
1er Rey: Melchor y séquito de 50 personajes: paje, ayudantes, guardias, portadores de ofrendas y abanicos, antorcheros, banda de música y carroza
2ª Rey: Gaspar y séquito "el mismo séquito que el Rey Melchor"
3er Rey: Baltasar y séquito "el mismo séquito que el Rey Melchor"
Pajes negros con escaleras "100 personas" y Camiones de paquetes.
Grupo de pueblo, rondalla y baile
Antorcheros y Embajador
Grupo de danzas y 20 antorcheros
Grupo "Soc" pastores, carros, músicos, 16 pajes y 20 antorcheros
1er Rey: Melchor y séquito de 50 personajes: paje, ayudantes, guardias, portadores de ofrendas y abanicos, antorcheros, banda de música y carroza
2ª Rey: Gaspar y séquito "el mismo séquito que el Rey Melchor"
3er Rey: Baltasar y séquito "el mismo séquito que el Rey Melchor"
Pajes negros con escaleras "100 personas" y Camiones de paquetes.
Como el ritual lo requiere, el programa de esta magnífica
representación se desarrolla pausadamente. Los heraldos de la ciudad anuncian
al portador de la estrella que encabeza y guía esta Cabalgata, el itinerario
que recorre es más o menos de 2 kilómetros y medio desde el Camí, San Nicolás,
Plaza de España, La Avenida del País Valencià, el Puente de María Cristina, el
Paseo de Cervantes, la calle de Alzamora, el Puente de San Roque y La Alameda.
Las aceras de las calles, los paseos y plazas, y también hasta el
último balcón del recorrido aparecen llenos de público incondicional al cual no
le parece y no le importa el frió de esa noche. El espíritu y al calor de la
Cabalgata inundan a su paso todos los rincones de Alcoy, y el nerviosismo de
los niños, y también de los mayores, se manifiesta cuando aparecen en la escena
los primeros pajes, unos personajes inseparables de esta Cabalgata que aquí en
Alcoy los llamamos cariñosamente "Els Negres".
Los Reyes Magos avanzan con suntuosidad sobre elegantes camellos,
ellos son el centro de atención de miles de miradas y hasta ellos se aproximan
los más pequeños para recibir una caricia o un beso.
La luz de las antorchas contribuye a dotar de magia este
espectáculo visual que se enriquece y gana en magnificencia con las melodías
musicales escritas para la ocasión, que interpretan las 3 bandas de la
localidad y diferentes agrupaciones musicales.
Els Negres
subiendo a uno de los balcones
El séquito de los Reyes Magos llega a la Plaza de España y los
soberanos bajan de sus cabalgaduras y caminan hacia el Nacimiento. El momento
de La Adoración al Niño Jesús es adornado con el efecto de las bengalas
distribuidas entre el público y el acto adquiere más solemnidad con los fuegos
artificiales y los efectos de megafonía.
Adoración
Reyes Magos
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