La construcción del Puente de San Jorge es probablemente la obra
pública más importante que se hizo en Alcoy en el siglo XX. La magnitud de sus
medidas, la profundidad de la depresión orográfica que salva, la belleza de su
estilo arquitectónico y la utilización del cemento como material principal
aplicado a la ejecución de las grandes obras públicas queda en un segundo plano
ante la trascendencia urbanística de este paso elevado sobre el río Riquer, que
abría el casco histórico de la ciudad hasta los amplios terrenos de su Huerta
Mayor, ensanché natural de la población.
El nuevo puente cuya construcción comenzó en 1925, y su
inauguración tres años más tarde había transformado totalmente el centro de la
ciudad, al obligar a la ordenación urbanística de sus aledaños con la
desaparición de dos pequeñas plazas situadas en la parte baja de Santo Tomás,
así como la ampliación de esta calle como principal vía de acceso al puente
gracias a la cesión de los terrenos que formaban el patio y huerto del Convento
del Santo Sepulcro, que ocupaba gran parte de la citada vía, así como el
retranqueo y rehabilitación de algunas dependencias del cuatro veces centenario
Convento de las Religiosas Agustinas Descalzas, monjas de clausura cuya iglesia
fue dotada de una nueva fachada con puertas de entrada al templo y al
monasterio.
El Puente de San Jorge aproximó el Ensanche aprobado en el Plan
del año 1878 al núcleo urbano, acelerando la construcción de viviendas en una
zona que no se había desarrollado apenas en los cincuenta años siguientes a la
aprobación del Plan debido a los casi dos kilómetros de distancia que se
encontraba respecto del centro de la ciudad y la imposibilidad de salvar la
enorme depresión orográfica en cuyo fondo discurría el Río Riquer o Barxell.
Los 245 metros que mide el Puente de San Jorge acortaron el camino y
permitieron la edificación de grandes bloques de viviendas en los fértiles
terrenos de lo que había sido durante varios siglos "La Huerta Mayor"
de Alcoy, además de aproximar a la ciudad las dos estaciones de ferrocarril y
el recién inaugurado Matadero Municipal, así como La Plaza de Toros de reciente
construcción. Este puente, desde el momento de su apertura en 1928, se
convirtió en elemento indispensable para la circulación peatonal y rodada de
Alcoy.
1 comentario:
Hola Oscar, en primer lugar te felicito por el pedazo de blog que te has currado. En segundo lugar, me gustaría hacert una pequeña corrección, siempre que tú quieras claro está. El apunte es el siguiente:
En 1937, a principios de enero, no sale el batallón Ruesca-Taino. Ese batallón parte hacía Teruel (concretamente hacia la Puebla de Valverde) el lunes 1 de marzo, según relatan el diario La Humanidad.
Simplemente te lo comento por si lo quisieras modificar.
Un saludo.
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